Caída para la faena argentina en enero y menos encierros en feedlots

Mientras se aguardan las cifras oficiales, los datos provisorios del servicio sanitario SENASA sobre los documentos de transporte de animales (DTE) indican que en el primer mes de 2024 se habrían enviado a faena 1,197 millones de bovinos. Ajustado por días hábiles, el promedio diario de envío a faena alcanzaría 54.434 cabezas.

La cifra es similar a la del mes previo, y marca una caída de 1,8% respecto de enero de 2023. No obstante, la baja es de 14% respecto del promedio diario del período abril-julio de 2023, cuando se conjugaron para expulsar animales de los campos la entrada al invierno y un tercer año consecutivo de sequía, indicó la analista Stella Maris Martínez, de Informe Ganadero. Respecto del promedio diario de todo 2023, la faena de enero se encuentra un 7,5% por debajo. Así, destacó Martínez, las cifras de diciembre del año pasado y de enero del actual indican una tendencia de descenso de la faena respecto de lo que fue el año pasado.

Cambio de escenario en la ganadería

Un informe del mercado RosGan señaló que el distinto escenario climático que se presenta para este año en comparación con el de esta altura de 2023, y el cambio de expectativas acerca del negocio ganadero, «impondrán un cambio sustancial en los movimientos de hacienda que condicionará de manera directa la dinámica comercial de la presente campaña».

A diferencia de 2023, este año se presenta «con campos mucho más armados en materia forrajera, y vacas en mejor condición corporal», por lo que «la estrategia de muchos productores pasará por retener la mayor cantidad de hacienda tratando de sacar una invernada más pesada».

De acuerdo con el informe, también muestra el cambio de escenario la menor cantidad de animales que ingresaron a feedlots durante enero. De acuerdo con los DTE publicados por el SENASA, los feedlots recibieron, entre todas las categorías, un total de 279.390 animales, 23,5% menos que en enero del 2023. A la vez, sostiene el informe, los datos parecen indicar que la tendencia a incrementar las invernadas a campo, que se había interrumpido en los últimos dos años por la falta de pasturas, comienza a revertirse, con «una importante recomposición de los sistemas pastoriles en relación al corral».